¿A quién hay que tener miedo? ¿A un partido que nació de unas elecciones europeas, con un
millón dos cientos mil votos, de ciudadanos y ciudadanas descontent@s o a un partido que gobierna incumpliendo su programa?
Desde mayo, fecha en que fueron celebrada dichas elecciones,
solo hemos escuchado insultos y descalificaciones por parte del Partido Popular, y de la derecha más
reaccionaria. Tener miedo en política a un partido contrario, con ideas
diferentes, es carecer de argumentos con
los que rebatir pensamientos opuestos.
Llevamos dos años y medio de gobierno del Partido Popular,
dos años y medio en que las políticas de recorte han llevado a ciudadanos al suicidio, a la
marginación, al desahucio, a la muerte de personas enfermas, al no ser atendidas clínicamente por carecer de tarjeta sanitaria.
¿A quién hay que temer?
¿A aquellos profesionales de la sanidad que defienden con
protestas y manifestaciones una sanidad
pública de calidad y para todos? ¿O a quienes recortan prestaciones con intención de
privatizarla y con la mente puesta en
hacer negocio con la salud de los ciudadanos?
¿A quién hay que temer?
¿A aquellos ciudadanos( profesores, padres y madres y estudiantes) que ven peligrar su educación
por los recortes en profesores, con subidas de tasas y en otros medios? ¿O a
quienes han llevado a cabo estos
recortes, recortes que solo consiguen que los informes Pisa cada vez sean
peores?
¿A quién hay que temer?
¿A los enfermos dependientes,
que les recortan las ayudas y aquellos que aun teniéndola concedidas no
llegaran a percibirlas porque antes le llegara la muerte como a tantos
otros? ¿O a quienes desprecian a nuestros
mayores y a todos los enfermos dependientes?
¿A quién hay que temer?
¿A los trabajadores que les recortan el salario y les
aumentan la jornada laboral, y que son
despedidos con indemnizaciones ridículas? Trabajadores cada vez
más pobres y a la vez más esclavos.
¿O a quienes han hecho una reforma laboral al antojo de los empresarios?
¿A quién hay que temer?
¿A los ciudadanos que se manifiestan en la calle reclamando más democracia y menos
corrupción? ¿O a quienes recortan los derechos civiles y legislan con leyes
represoras, y acallar las voces discordantes?
¿A quién hay que
temer?
¿A las mujeres y hombre que luchan por un aborto libre y no
criminalizado? ¿O a quienes intentan imponer
sus creencias religiosas y personales?
La ley de plazos que es la que en estos momentos está en
vigor, es una ley que no
obliga a las mujeres a abortar;
pero la ley que se pretende aprobar, sí
obliga a las mujeres a llevar en su vientre algo que no desean.
Con todo lo dicho, a quién hay que temer es aún partido que gobierna para la banca y empresarios y ha llevado al País a ser el segundo de Europa en
diferencias sociales; no aún partido como Podemos.