Da comienzo el debate de investidura y con él, da inicio el espectáculo: faltas de respeto, insultos y poca o nula atención a los oradores.
Ejemplo de ello ha sido cuando Pedro Sánchez ha leído su discurso. Mientras Sánchez se dirigía a los diputados, el presidente en funciones
rumiaba en su escaño y sus seguidores utilizaban el lenguaje del insulto;
ese lenguaje que usan cuando están en minoría y cambian por el del
autoritarismo cuando están en mayoría. Pedro Sánchez (PSOE) llamó a Mariano Rajoy "indecente" y muchos se llevaron las manos a la cabeza. Hoy ha quedado claro que Sánchez no se equivocó; sino todo lo contrario, se quedó corto. No me extraña que Rajoy haya sido nombrado persona "non grata", cada acción y gesto que tiene lo describen como tal.
Serán unos días convulsos entre debates y votaciones; pero lo que a mi juicio queda claro es que PSOE intenta formar gobierno, mientras PP y Podemos quieren unas nuevas elecciones amparados por el resultado de las últimas encuestas. El partido más corrupto de la democracia española y el partido que festeja la liberación de activistas de ETA. Luego nos ofendemos cuando nos llega desde el extranjero eso de "Spain is different" y que poco nos ofendemos cuando nuestros políticos tienen más afán en aferrarse a una silla (y un sueldazo) incapaces de colaborar, ceder y llegar a un consenso anteponiendo los intereses de la gente a los suyos propios. En fin... habrá que seguir atentos a los avances de estos días. España es así.
