Según las últimas
encuestas referidas a la intención de voto, el PP sigue siendo el
partido más votado, aquel que ha conseguido que la deuda de España
llegue al 100% del PIB, esto quiere decir, que el gasto iguala o
supera los ingresos. También han conseguido
que España sea uno de los países con mayor desigualdad. Recortando
en todas aquellas ayudas sociales con la que los menos favorecidos
subsistían. Un partido que ha querido privatizar la enseñanza y la
sanidad publica con la intención de enriquecer aún más a la clase
pudiente. Aquella que se puede permitir una educación privada y un
seguro médico a la carta. Y quisiera recordarle a todos los votantes
que no hay nada gratis en esta sociedad, entre impuestos y tasas, los
servicios básicos son costeados por los ciudadanos.
Votar a quién recorta en
ayuda a la dependencia, en prestaciones en desempleo, aquel que
presume que no ha dado ni un euro para la memoria histórica, que
defiende la reforma laboral, que lo único que ha traído es
precariedad a la clase trabajadora y pérdida de derechos,
conseguidos después de muchos años de luchas y negociaciones.
Dicen que España es un
país de solidarios, se vuelca en donaciones de sangre, en la de
órganos para donantes y cuando las catástrofes de origen natural o
humana se entrega más que las personas de cualquier lugar. De esta
solidaridad si estoy orgulloso, pero de la solidaridad que se tiene
hacia los corruptos y la corrupción no puedo estarlo. Por eso no
entiendo que el PP sea el partido con el mayor porcentaje en la
intención de votos.
Quiero
recordarle a todos los españoles, en especial a los pensionista y
jubilados que la hucha de las pensiones ha bajado a la mitad, desde
que el PP llegó al gobierno y que el 0,25% que se les aplica cada
año como subido, lo único que ha conseguido es una bajada en el
poder adquisitivo.
Por último, no quiero terminar
olvidándome de ese gran porcentaje de votantes que se encuentra en
la indecisión, situación que puede dar a lugar a que después de
las elecciones, este gran grupo de personas sean las que escuchamos
decir ¡otra vez los mismos, pues yo no les he votado! Claro, porque tú... ¡no has
votado! Tómate dos minutos y visita tu colegio electoral; no votar es que otros decidan por nosotros.