Últimamente estamos volviendo a oír
que hay que reformar la ley de pensiones; y los motivos que se suelen dar son los
mismos que se dieron en todas las crisis anteriores: mayor longevidad de la ciudadanía,
envejecimiento de la población y baja tasa de natalidad. Estas son las tres
causas que dan para ampliar la edad de jubilación.
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Plena empleabilidad |
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Bajo mi punto de vista, creo que se
están olvidando de la causa principal que es la alta tasa de desempleados que
en estos momentos tiene España. Cuanto mayor es el número de personas
empleadas, más aportaciones económicas recibe la Seguridad Social de los trabajadores
y de las empresas contratantes. Es de esta forma, como se puede hacer frente a
las diferentes partidas a las que los ciudadanos tienen derecho, por destinar
parte de sus nóminas al pago de las mismas; como son el cobro de pensiones, prestaciones
por desempleo y una sanidad pública y gratuita, gestionada por funcionarios públicos
y no privados.
Conseguir la plena empleabilidad,
tiene que ser el objetivo principal para todo Gobierno que se precie, ya que es
la única fórmula válida que hay para que la preocupación existente hoy sobre el
futuro de las pensiones deje de ser incierto, y se pueda seguir haciendo frente
al pago de las mismas.
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Crecimiento de la natalidad |
También dejarían de ser causa de preocupación,
dos de los motivos dados para ampliar la edad de jubilación (baja natalidad y
envejecimiento de la población) ya que como todos sabemos, cuanto mayor
estabilidad económica se tiene y el futuro se nos presenta con garantías de
seguridad y con más oportunidades, mayor es la posibilidad que la gente joven
se animen a formar parejas estables y por consiguiente la creación de nuevas
familias, aumentando así la natalidad. Pero no solo los ciudadanos son responsables
de tal aumento, el Gobierno tiene que corresponsabilizarse con ayudas a
aquellas familias que vean incrementado el número de personas que forman el
hogar. Además, debe de ser garantizado el derecho de los nacidos a una vida
digna, al igual que el derecho de los no nacidos, tan defendido por el Ministro
de Justicia.