El Ministro de Justicia Gallardón,
según sus manifestaciones, tanto en el Congreso como fuera de él, en favor de
los no nacidos y en contra de la ley del
aborto, opiniones estás, basadas así lo
creo yo, en creencias personales que están
influenciadas por una Iglesia que caya dando protección y cobijo a los pedófilos
existentes en su organización, y que no sé manifiestan públicamente en la
calle, cuando se pide ayuda para las clases más necesitadas.
Según el ministro, la práctica
del aborto provoca la muerte de 300 niños al día; se olvida o hace caso omiso, de los datos publicados por Unicef y que
sitúan a España en el lugar 26 de 29 países, donde la pobreza infantil alcanza
a más 2.200.000 niños, y que aumentó en más de un 10% durante la crisis. Esto
datos solo hacen referencia a
nuestro país.
No podemos pasar de ser un país
desarrollado, a convertirnos en un país en desarrollo, engrosando la lista de
países que forman parte de los 840 millones de personas que
pasan hambre en el mundo y 200 millones de niños que sufren malnutrición.
También nos recuerda la FAO, que
el hambre causa la muerte en el mundo a más de 11 millones de niños menores de
5 años. ¿Es este el derecho a la vida que defiende el ministro Gallardón, el Gobierno
de Rajoy y la exigente Iglesia católica o solamente la curia española?
"Nacer hoy para morir mañana", parece convertirse en el slogan partidista del actual Gobierno.
España no puede llegar a compararse
y mucho menos llegar a ser un país,
donde sus gobernantes prefieran la bomba atómica al bienestar de su pueblo,
países como la India, Pakistán o Corea del Norte, naciones pobres y malnutridas.
No podéis defender de una manera
tan extremista la vida de los no nacidos, y mucho menos cuando una de las partes está
en contra del aborto y también lo están en contra de la vida. La Iglesia
católica al no permitir el matrimonio de los curas y sacerdotes, se está oponiendo a la descendencia natural que
los hombres y mujeres que forman parte de la Iglesia podrían tener, por lo tanto
se oponen a la vida.
La ley del aborto aprobaba en el
2010, no obliga a las mujeres embarazadas a abortar, solo es una herramienta
legal que la mujer puede usar libremente, para causas recogidas en su redacción
y que permiten la interrupción legal del embarazo. Los políticos llegan a ser
presidentes, diputados, alcaldes, concejales, etc. gracias a los ciudadanos que
con sus votos los eligen, para que los represente y mejoren sus vidas con
políticas adecuadas, no para que coarten su libertad de decisión.
La pobreza los recortes y las
reformas negativas, pone en peligro los
derechos de toda una vida de las personas: su educación, su salud, su
nutrición, sus expectativas de trabajo, comprometiendo el desarrollo de todo un
país. Afectando también a la calidad de sus trabajadores, poniendo en peligro a
su vez el bienestar social, la cultura, los sistemas de pensiones y la
capacidad económica productiva. Son estos motivos por los que no
podemos pedir a las familias españolas que retrocedan a la España de la
posguerra, donde la clase media y baja eran todas numerosas y con apenas
recursos, y mucho menos cuando las mujeres embarazadas son despedidas por el mero hecho de estarlo.
Legislar no es crear leyes para
contentar a los cuidados o por inclinaciones políticas, un buen legislador es
aquel que tiene en cuenta todas las opiniones creando leyes que cubran las
necesidades de la población, para no dejar en fraude de ley a ningún grupo
social.